viernes, 22 de mayo de 2009

Dilemas yonquis nº.63

Estoy dejándome empapar por fuera, o por dentro... dejándome limpiar por fuera desde el interior.
Este mar interior. El problema es que este hermoso oceáno lleva montones de pecho consigo... ese veneno se disuelve en el mar, pero en cuanto el mar se retira, deja atrás la mierda, dentro de mi cuerpo. Quita lo mismo que me da, se lleva mis endorfinas, mis centros de resistencia al dolor; tardan mucho en volver.
El papel de la pared es horripilante en este cagadero de habitación. Me aterra. Algún esquivaataúdes debió de instalarlo hace años... muy apropiado, porque eso es exactamente lo que soy, un esquivaataúdes, y mis reflejos no van a mejorar... pero está todo aquí al alcance de mi sudorosa mano. Jeringuilla, aguja, cucharilla, vela, mechero, paquete de polvos. Todo está en regla, todo es hermoso; pero temo que este mar interior se apacigüe pronto, dejando tras de sí este naufragio de mierda venenosa dentro de mi cuerpo.
Empiezo a preparar otro chute. Mientras sostengo temblorosamente la cucharilla sobre la vela, esperando que la heroína se disuelva, pienso: a corto plazo, más mar; a largo plazo, más veneno.
Este pensamiento, no obstante, no es ni de lejos suficiente para impedir que haga lo que tengo que hacer.

1 comentario:

  1. no me lo he leido, pero lo hare :)
    un beso!

    P.D.: me gusta este texto

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